La práctica del ensayo en Colombia se remontaría a finales del siglo XVIII y no se trataría llanamente de un ejercicio ancilar, sino, antes bien, de la actividad intelectual y cultural que, de manera más clara, permitiría promover las ideas y los primeros intentos de construir el imaginario de la identidad nacional. Esta idea constituye la primera y principal hipótesis de esta tesis. Con esto en mente, el periodo comprendido entre 1790 y 1820 parecer ser el más adecuado para proponer un estudio sobre el origen del ensayo en Colombia ―y, por lo tanto, de su inscripción en la tradición literaria occidental del género―, pues facilita acceder al momento en que las ideas, reflexiones, aspiraciones, propuestas e inquietudes de un grupo social específico, el criollo, devinieron en una forma discursiva concreta, el ensayo, a la par que se gestaban durante el despertar de la conciencia histórica del sujeto neogranadino. Amparada en algunos presupuestos de la sociología de la literatura, la filosofía de la historia, la escuela formal rusa, la historia cultural, entre otros, esta indagación propenderá por ofrecer al lector una suerte de coordenadas que permitan visibilizar el ejercicio y las funciones del género ensayístico en este momento particular de nuestra situación histórica y social, el cual se corresponde con una época en la que el ensayo habitualmente ha sido soslayado como hecho literario. El resultado, podría decirse, es susceptible de ser catalogado como el estudio introductorio de una futura “Historia del ensayo colombiano del siglo XIX”.