El estudio se realizó con el objetivo de analizar la respuesta del girasol a la fertilización a diferentes profundidades. Los tratamientos fueron: incorporación del fertilizante a 10 cm con rastrillo pulidor, a 15 cm con rastra-arado, a 25 cm con arado de discos y a 30 cm con cincel-abonador; testigo absoluto sin fertilizar. Se presentaron incrementos en rendimiento a la incorporación del fertilizante a 30 cm, mostrando diferencias altamente significativas con la fertilización a 10 cm y el testigo, los incrementos en rendimiento fueron de 64.9% y 109.7% en promedio para cada uno de los semestres. Igualmente, se observaron aumentos en el diámetro del capítulo, en el peso de 1.000 semillas, en la altura de planta y disminución en el porcentaje de semillas vanas en el capitulo. Los porcentajes de cáscara, almendra, aceite y proteína no respondieron a la fertilización profunda. Desde el punto de vista económico, la mejor alternativa correspondió a la fertilización a 30 cm con cincel-abonador; la incorporación a 15 cm, con la rastra-arado, se presentó como según da opción con una tasa de retorno marginal aceptable, la cual para la región se estimó en 100 % como valor mínimo.