El número cada día mayor de enfermos mentales, que hace “contraste con la evidente disminución de enfermedades infecto-contagiosas, -lograda a favor de los modernos métodos de curación y profilaxis- es un hecho que está siendo comprobado “en todos los países civilizados y que constituye motivo de justificada alarma para cuantos se preocupan por cuestiones del orden biológico y social”