Existen creencias frente al área de matemáticas en que es un campo complicado y de difícil comprensión, al punto que muchos estudiantes optan por cursar carreras en las que tal componente sea poco o nulo. Otra postura que se asume de las matemáticas es de ser una asignatura aburrida, que baja los promedios y cuya recurrencia conduce a la pérdida o no alcance de los logros. A ello súmese el pensar de algunos otros y es creer que lo que ella enseña, sobre todo temas avanzados, no sirven para desempeñarse en la vida cotidiana. Si en un ambiente educativo se generan esta serie de situaciones y sumado a ello se encuentran otras como estudiantes con una serie de necesidades especiales entre ellas la discapacidad visual, tema central de la investigación, y teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos la información en matemática incluye necesariamente la utilización de imágenes (ecuaciones, gráficos, vídeos…) entonces la brecha entre las matemáticas y el estudiante se hace más notoria.