Esta investigación explora la creciente vulnerabilidad humana ante el uso de armas biológicas, destacando el bioterrorismo como una práctica de alto impacto, contagio y mortalidad. El bioterrorismo se caracteriza por la utilización de agentes biológicos con gran 13 capacidad de propagación y transmisión, generando pánico y respondiendo a los ideales de grupos terroristas. La problemática radica en la naturaleza insidiosa de estos ataques, que pueden ocurrir sin aviso previo y solo ser detectados cuando ya han causado un número significativo de víctimas, lo que sobrecarga los sistemas de salud y exige una respuesta rápida y efectiva.