A lo largo de la historia de la educación media vocacional, se ha evidenciado en el común de los estudiantes una predisposición negativa para el estudio de las matemáticas lo cual genera aversión y apatía en las clases, desinterés por estas áreas de conocimiento y como última consecuencia, bajo rendimiento académico reflejado en los reportes internos de los colegios, en las pruebas Saber y exámenes de admisión en las universidades.