Vivimos en un mundo donde se evidencia un consumismo más rápido, dónde las exigencias del mercado son cada vez más grandes y la aparición de nuevas marcas aumenta; la aceleración constante de las compañías en crear productos y servicios para competir en un mercado cada vez más versátil y cambiante para tratar de satisfacer las necesidades de los consumidores, un mundo donde las marcas que sobreviven son cada vez menos.