Este proyecto tuvo como propósito el desarrollo de un aislante térmico a partir de un desecho agroindustrial, como es el caso de la cascarilla de arroz, el cual posee buenas propiedades termo resistentes y forma parte de los desechos agroindustriales producidos en la ciudad de Barranquilla. Con este proyecto se buscó contribuir al confort de los ciudadanos a través de la oferta de un aislante térmico capaz de disminuir la temperatura y generar una sensación de bienestar, mientras contribuía a la eficiencia energética de la edificación al reducir el uso de maquinarias refrigerantes debido al clima de la ciudad. Al usar la cascarilla de arroz como materia prima para la elaboración de un material con propiedades aislantes, se buscó dar solución a la problemática de su disposición final, generando un proceso de reintegración a la cadena de producción, lo que dignificaba el material orgánico percibido como residuo y le otorgaba un valor agregado como materia prima, reduciendo sus posibilidades de terminar como un agente contaminante.