La educación inclusiva se ha convertido en un reto para las Instituciones de Educación Superior-IES comprometidas con la calidad y el desarrollo integral de sus estudiantes, reconociéndolos como trasformadores sociales capaces de aportar al desarrollo sostenible de las comunidades y del país. En el año 2015 se concluyó la aprobación de la Declaración de INCHEON para la Educación 2030, un documento que requiere de un compromiso entre las naciones con el fin último de transformar la educación, proyectándola para todos y todas. En el objetivo número 4 de este documento, se reconoce la importancia de “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanentes para todos” (ODS4-2030).