Las personas en situación de desplazamiento se ven afectadas irremediablemente por la multiplicidad de situaciones conflictuales que acaecen en la sociedad colombiana, viéndose involucradas y perturbadas inexorablemente por la dinámica de la guerra. Dicha situación se ve permeada por la incomprensión de la sociedad frente a la vivencia del desplazamiento, vivencia que se inscribe en el psiquismo de cada persona. Esto entorpece el cauce natural que debería versar sobre la narrativa propia y la realidad conversacional intima del individuo, obstaculizando la creación de sentido sobre su realidad circundante y fortaleciendo de manera discordante su historia. Las personas que sufren el fenómeno del desplazamiento pasan por vivencias adversas y conflictuales que niegan la posibilidad de volver digno y legítimo su discurso personal. Esta experiencia de violencia quebranta la posibilidad que debería tener toda persona de confeccionar su propia historia y sus memorias de manera adecuada y gratificante. Todo ser humano tiene la capacidad y el derecho de contar, narrar y crear su historia, compuesta por vivencias que potencializan su espíritu creativo y que permiten dotar de sentido la realidad subjetiva y social. Por esta razón, la incomprensión se revierte en un problema apremiante para la sociedad.