En la actualidad, la avicultura en Colombia, ha ido en aumento obteniendo un incremento anual del 4,5 % con respecto al año 2017 (FENAVI – FONAVI, 2018), en promedio un ciudadano consume 31 kilos de pollo al año. Una cifra que hace de esta carne la favorita en la mesa (Chaves, 2018); entre los principales productores de pollo de engorde se encuentra el departamento de Cundinamarca (FENAVI – FONAVI, 2018). La producción de carne de pollo implica la participación en la empresa de diferentes eslabones hasta proporcionar el pollito de 1 día a la granja de crecimiento y engorde. Todas las etapas son necesarias, desde las granjas de reproductores, plantas de incubación, granjas de cría de los pollos, mataderos, puntos de venta y consumidores. (Barroeta, Izquierdo, & Pérez) A partir de ello se escogió una empresa la cual su sede principal está ubicada en la ciudad de Bogotá, las granjas de pollos de engorde están ubicada a nivel de Cundinamarca, la granja en este caso a la cual se le va a realizar la presente auditoria está ubicada en el municipio de Guayabal de Siquíma, donde se pretende identificar los niveles de contaminación del agua, aire y suelo, con el fin de evaluarlos y mitigar los impactos ambientales ocasionados generando un Plan de Manejo Ambiental (PMA). La industria avícola requiere la implementación de nuevas prácticas ambientales sostenibles, que permitan mejorar y optimizar las condiciones de producción y manejo, con el fin de mitigar el impacto ambiental a los recursos naturales, de acuerdo a lo anterior lograr un desarrollo económico satisfactorio sin afectar el medio ambiente, adicionalmente evitando que la comunidad aledaña se vea afectada por los olores, partículas o agua contaminada que se desprenden de las etapas de producción.