Un mar de espejos y el pasado como un ancla, la novela que es tanto causa como resultado de este proyecto creativo y editorial es, a su vez, la herramienta que nos permitió acercarnos al tema del mal. Desde el inicio, el objetivo principal, además del producto impreso, fue aproximarnos a una idea del mal sustentada en una reflexión sobre el “bien y el mal”, valga la redundancia, en el hombre; sin embargo, a partir de esta propuesta, junto a la creación de la novela, se desarrollaron dos elementos fundamentales para el proceso de investigación y de creación. El primer elemento es la relación entre el mal y la memoria, que es evidente en la historia del protagonista de la novela y que, por lo tanto, establece como objetivo interrogativo principal de este proyecto el siguiente cuestionamiento: ¿Por qué hablar del mal desde la perspectiva de un individuo, utilizando la memoria como herramienta para problematizar y opinar sobre el mismo? Es aquí donde el personaje principal de la novela entra en juego. Abel es un sujeto que se encuentra en constante diálogo con su pasado. Desde el principio de la novela vemos que le es imposible no remitirse a las experiencias vividas en su infancia y adolescencia para darle sentido u solución a lo que le ocurre en el presente. Su personalidad y forma de actuar fueron moldeadas por estos eventos pasados que, intrínsecamente, estaban en relación directa con el mal: desde el asesinato de un perro, hasta el abuso sexual sufrido a temprana edad; situaciones y momentos que dejaron cicatrices en su subconsciente y que, podría decirse, nunca dejó ir. Nunca sanaron. Ahora, en su presente, al encontrarse en situaciones en las que debe de cuestionarse así mismo sobre su identidad, se halla en un estado de conmoción u aturdimiento en el que no le es posible reconocer si sus acciones son buenas o malas, o si oscilan entre estas dos nociones y/o conceptos. A lo largo de la novela será posible ver cómo Abel navega en diversas situaciones que podrían considerarse como maliciosas en sí mismas: los avances sexuales de Ángela sin el consentimiento de Abel, la calumnia de un abuso sexual y físico que no cometió hacia una menor, la desconfianza por parte de uno de sus mejores amigos, su primo y tía –hermana de su madre recién fallecida-; la pérdida injusta de su trabajo, el asesinato de su mascota y acompañante, los prejuicios que su condición de judío traen consigo, y el completo rechazo y odio por parte del resto de la sociedad que lo rodea. Estos conducen a un momento en el que tendrá que precisar cuál de estas dos nociones (bien o mal) es más afín a su vida y a la de las pocas personas allegadas a él. El segundo elemento esencial es la relación autor/editor que se profundiza a partir del proceso de creación e investigación del proyecto. Entonces, teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, este ensayo no solamente explora la idea sobre el mal que se ha creado a partir de la novela, sino que busca darle una nueva perspectiva a partir de la memoria, así como también se busca exponer por medio de esta investigación, la más primordial relación entre un autor y un editor que da cuenta del proceso creativo para llegar al producto final (novela impresa).