La educación inicial contribuye a la formación integral del niño y la niña en el contexto de la acción conjunta y coordinada de las diferentes redes de atención de la comunidad y la familia. Su meta es promover el intercambio de situaciones de aprendizaje y vivencias que ayuden a afianzar el crecimiento y desarrollo, los hábitos, la personalidad, individualidad y desenvolvimiento social del niño y la niña. En tal sentido es importante considerar que los hábitos alimentarios ,y los estilos de vida saludables se asimilan e integran a la personalidad durante los primeros años, consolidándose hasta perdurar incluso e la edad adulta; de ahí la importancia de brindar una orientación adecuada y oportuna a los/las docentes, la familia y otros adultos significativos responsables de la atención y cuidado de los niños y niñas, en cuanto a qué y cómo hacer para promover la enseñanza- aprendizaje de hábitos alimentarios y valorarlos como herramientas que ayudan a proteger y cuidar la salud. Por tal motivo se hace necesario a partir del Diseño Industrial, integrar y/o intervenir en las herramientas de apoyo como la educación alimentaria y la promoción de hábitos saludables las cuales está dirigida a sensibilizar a los docentes, la familia y otros adultos significativos, para que se apropien del manejo conceptual adecuado de los contenidos, los cuales deben se oportunamente adaptados y aplicados de acuerdo a la situación, a través de estrategias pedagógicas- recreativas donde se promueva un aprendizaje progresivo que tenga como fin una experiencia concreta, que faciliten su incorporación en la rutina de vida de los niños y niñas.