La violencia contra la mujer, en todas sus manifestaciones, es un problema de derechos humanos y de salud pública, que conlleva altos costos sociales, económicos e individuales. Es por ello, que la violencia contra la mujere en todas sus formas debe terminar. Es necesario entender, los derechos humanos desde una perspectiva de género, es decir teniendo en cuenta a la mujer en su integridad. La mujer en Buenaventura tiene su propia identidad, cultura e ideología y por tanto, al igual que en otras comunidades debe ser reconocida, valorada y respetada en sus derechos. La segregación y marginalización de la mujer empieza a partir de la violencia intrafamiliar, extendiéndose a la violencia por conflictos sociales, siendo ésta la más afectada por su vulnerabilidad, a pesar de su resistencia a ser siempre víctimas y a pesar de levantar sus voces para una reparación integral de sus derechos humanos. La falta de legislación tanto nacional como internacional que propendan a la defensa y protección de la mujer afro en Colombia es una de las mayores causas de vulneración de los derechos de este grupo social y por ello es 119 preciso que las que hoy han sido establecidas produzcan mayor efectividad y apoyo social. La mayoría de las mujeres en Buenaventura que recurren a algunas entidades gubernamentales no reciben una respuesta pronta y oportuna de sus necesidades y dificultades como es el caso de la Fiscalía, otras no tienen la suficiente fuerza vinculante para tratar de dar una solución efectiva a esta materia.