El proceso mediante el cual, pequeñas gotas de vapor de agua en movimiento horizontal entran en contacto con el follaje y se precipitan al suelo del ecosistema por acción de la interacción entre la neblina y la vegetación, se define como “precipitación horizontal (PH)”. La investigación para la identificación de modelos se basó en la búsqueda de artículos y selección a partir de la información relevante para el contexto estudiado. A nivel mundial se han estudiado metodologías, entre las que se encuentran: Modelo de resistencia, desarrollado por la Universidad de Cambridge en 1965, el modelo analítico desarrollado inicialmente en el año 1982 (Richland, EE. UU.) y Modelo sofisticado, desarrollado en el año 1990 en la Universidad de Bonn. Estos modelos buscan determinar el porcentaje de participación de la precipitación horizontal (PH) en la precipitación total y por tanto en el balance hídrico de los ecosistemas. Dentro de los principales resultados se determinó una ganancia de agua de niebla sobre la precipitación total, en vegetación de estratos altos (> 30 m), cercana al 13% sobre el total cuantificado. Por otra parte, la extensión, altura y la relación entre los porcentajes de captación y las velocidades del viento, generan afectaciones directas sobre el fenómeno y precipitación por impacto.