La observación y la interacción constante con el Barrio Perla del Sur en la Ciudadela Cuba de la ciudad de Pereira, específicamente con la Institución Educativa Carlos Eduardo Vasco Uribe, me llevó, como docente investigador, a preguntarme acerca de las diversas situaciones presentes en las dinámicas cotidianas de esta comunidad educativa, dando como resultado la emergencia de tres constantes presentes en determinados espacios habitados, las cuales problematizo para darle cuerpo al problema que se aborda en esta investigación; ellas son: Condiciones del espacio habitado, la resignificación de espacios habitados, y la presencia de elementos plásticos como dinamizadores de la imaginación y la creatividad, que cobran múltiples sentidos en las relaciones sociales. Observar las condiciones del espacio físico en las que se desarrollaban las jornadas escolares, y me refiero tanto a los espacios de clase como aquellos espacios previstos para el tránsito y para el esparcimiento en horarios de recreo o lo que se denomina horarios extra clase, permitió un proceso de desnaturalización del espacio habitado, de tal forma que fueron emergiendo realidades y en consecuencia problemas susceptibles de ser estudiados. Fui evidenciando en ese proceso de observación la ausencia de sentido de pertenencia a ciertos espacios de la Institución, lo cual venía generando un alto grado de descuido y cierto grado de indiferencia frente a su uso y cuidado. Me encontré, entonces, en este devenir de observación, con uno de los lugares de más alta circulación en una Institución Educativa: el patio.