Este documento pretende reflexionar acerca de la relación “Naturaleza-Hombres”y como, esta relación en el actual sistema dominante se ha sobredimensionado, se ha distorsionado la cosmovisión de la naturaleza y del mismo hombre. A la fecha, el desastre continúa, el hombre con su conocimiento y tecnología no ha podido dominar a sus anchas la naturaleza, más bien ella ha venido reclamando su espacio perdido. Así, los siniestros del calentamiento global son cada vez más visibles, la deforestación y desertificación avanzan ante la imperiosa necesidad de aumentar la producción de alimentos necesarios para la subsistencia humana en la “Ciudad Global,” además, el desbordado hiperconsumo producto de una cultura globalizada, viene cada día más comprometiendo los recursos naturales vitales para la sostenibilidad planetaria. Por lo tanto, urge la necesidad de reflexionar, cuestionar, de tomar conciencia, que tan sostenible es una ciudad vista como un “territorio” que arropa y posee un ecosistema, un hábitat, donde se reproduce la vida en todas sus expresiones y donde, como generación presente, tenemos la responsabilidad ética y social de crear condiciones socioeconómicas aceptables para las generaciones futuras, la continuación de la especie humana; la especie humana como un subsistema que reside en armonía con el ecosistema que habita; el planeta.