De todo evento adverso se debe aprender algo, de no ser así, mayor será la pérdida. La situación que se presentó en el país como resultado de las inundaciones producidas por el fenómeno de La Niña durante el 2010 y el 2011, es un ejemplo que debe permitirnos sacar conclusiones valiosas. El beneficio que podríamos obtener es el reconocer y admitir la falta de conocimiento y de información de la relación existente entre el ambiente y la salud y, por lo tanto, del impacto de este tipo de fenómenos climáticos en ella y, en consecuencia, saber