El estudio sobre la pintura de los indios colombianos realizado, en la primera parte del siglo XX, por el artista e intelectual bachué Luis Alberto Acuña–en su empeño por aportar a la construcción de una cultura universal con participación de un hombre moderno americano, construido sobre parámetros de conciencia de una ciudadanía nacional colombiana–, se inscribió en representaciones de inferioridad racial indígena, en virtud de la condición primitiva de su órgano visual, que limitaría la percepción de los colores azul y verde y se