Generalmente, el seguimiento del dolor en los niños diagnosticados con enfermedades oncológicas es realizado por profesionales de psicología quienes, a través de intervenciones periódicas, ayudan al niño a comprender su enfermedad para posteriormente detectar y evaluar su grado de dolor y así proponer un plan de tratamiento. Debido a la insuficiencia en el país de psicólogos especializados en esta área, no es posible realizar sesiones de seguimiento con la debida frecuencia y cantidad de tiempo