Desde la cima de uno de los montes que enmarca la ciudad, hasta su límite con la amplitud de la sabana, Las Nieves se resistía a ser encasillada a un único adjetivo. No era la zona de los artesanos, ni la de las fábricas, ni la ciudad colonial, ni la imagen de una nueva Bogotá moderna. Era todo al mismo tiempo, en un continuo encuentro de tiempos, espacios y memorias que dan muestra de la complejidad que acarreaba la Bogotá de finales del siglo XIX. Mas allá de esa repetida idea de ser una ciudad pequeña y conventual, nos encontramos que a pesar de su limitado crecimiento físico, las dinámicas sociales y económicas daban cuenta de una transformación urbana mucho más compleja y sutil. En el recorrido por toda el área construida de la parroquia de las Nieves en 1893 podremos apreciar a partir de cada individuo, de cada historia y cada lugar, la heterogeneidad que agrupaba la ciudad como espacio habitado. Los encuentros de aparentes opuestos, las luchas de intereses y la permanencia y transformación de imaginarios serán el punto de entrada para buscar por qué Las Nieves, se resistía una y otra vez a ser descrita de una manera general. Esa lucha por buscar una categoría que lograra condicionar a la parroquia en su relación con el resto de la ciudad, terminó convertida en el motor de toda la investigación. Así se forjó la necesidad de ir puerta a puerta buscando qué pasaba, cuáles temas preocupaban a los habitantes, y cuáles ideas quedaban sin ejecutar, qué impacto tenían los planes de las ciudad dentro de las Nieves, entre otros tantos escenarios inesperados que fueron apareciendo paso a paso. (Texto tomado de la fuente).