¡Las calles son arquitecturas! Son artefactos espaciales producto de un prolongado conflicto entre lo público y lo privado, el colectivo y el sujeto, la ciudad y la arquitectura. La calle, es un intersticio inmanente a la forma urbana que se debate entre albergar y su vocación de circulación. Tal dicotomía fue la que vivió La Caracas — como se le conoce coloquialmente — una calle bogotana de escala metropolitana, cuyo presente es una suma de muy heterogéneas voluntades: algunas de calidad y conciencia, y otras, mezquinas actitudes o hechos casuales que se le enfrentan indistintamente, sin importar sus dimensiones históricas, geográficas, infraestructurales, estéticas, iconográficas, semióticas o políticas. Esta tesis asume metáfora de la ciudad como un escenario teatral. En esa medida, propone establecer una equivalencia válida entre la calle y la escénica. En ambos, participan espectadores, escenógrafos y actores, quienes perciben, construyen, e imaginan las obras a que su devenir histórico los someta. La estructura de la investigación — que surgió sin tener un método prefigurado de probada eficacia — reúne tres lecturas distintas del mismo objeto. Una teórica, intemporal, que evalúa la posibilidad y pertinencia de los conceptos teatrales en el ámbito de la ciudad y la arquitectura. Otra lectura periodizada, correspondiente a la elaboración de historia urbana de una pieza limitada de ciudad, y, una última, en tiempo de la experiencia vital, de carácter creativo, crítico e incluso especulativo. A pesar de ser una aproximación ambiciosa, se corresponde con una intención multidisciplinar, y es bajo esa óptica que se concibe y con la que esperamos se aproxime el lector. (Texto tomado de la fuente).