La presente tesis busca trabajar la variación arquitectónica como mecanismo para construir identidad individual y colectiva dentro del marco de la vivienda social. La variación está planteada como la posibilidad de lograr la diferencia dentro de la repetición, es decir, hacer lo mismo pero diferente. Esta variación dentro de la vivienda social busca dar a sus habitantes la posibilidad de expresarse, de ser individuos dentro de una colectividad, a diferencia de la mayoría de conjuntos de vivienda social que se construyen en la actualidad, los cuales son la acumulación indiscriminada de unidades de vivienda que no tienen en cuenta a sus habitantes. Con esta idea el trabajo pretende recuperar el valor de la repetición como herramienta para construir ciudad y comunidad, entendiendo la repetición con un ritmo susceptible de ser alterado (variación) sin alterar con esto su estructura formal. Esta idea se pone a prueba en el barrio Altamira de Bogotá, desarrollando una Unidad Vecinal, la cual pretende plantear una estructura cercana a la forma como se comporta la gente en colectivo más que en lo individual, y que en su repetición haga ciudad. Todo esto bajo la reflexión crítica del pensamiento arquitectónico de los años 60 en especial de las ideas del Team 10, que propiciaban la vida en comunidad como elemento fundamental de la sociedad. (Texto tomado de la fuente).