Las orientaciones que se brindan en este documento quieren abrirle nuevas posibilidades al desarrollo del aprendizaje y al empoderamiento de los y las docentes en el ejercicio de guiar a sus estudiantes en el fortalecimiento de sus habilidades de pensamiento. Por esta razón, se visibilizan aquí elementos tan importantes como son: el desarrollo del pensamiento crítico, que contribuye a que un sujeto tome posturas más justas y razonadas en su vida; el desarrollo socioafectivo, ya que es sabido que los ambientes permeados por el afecto generan condiciones más favorables para el aprendizaje y más saludables para estudiantes y docentes; sin perder de vista el papel fundamental de los aspectos cognitivo y físico-creativo en la formación integral de los y las estudiantes. En este documento también se evidencia cómo el desarrollo curricular del Proyecto Educativo Institucional (PEI) requiere la interacción y gradualidad de sus partes, de manera coherente y articulada. Por esta razón se muestra, atendiendo a la complejidad de los ciclos, la forma como se vinculan de manera progresiva los elementos del horizonte institucional, los intereses y las necesidades que demandan las diferentes etapas del desarrollo de los y las estudiantes (perspectiva de ciclos), las apuestas pedagógicas de las diferentes áreas y centros de interés (ejercicio interdisciplinar) y aquellos elementos en los que se hace un especial acento orientado hacia el desarrollo social (ejes transversales). De este modo se afianza la perspectiva sistémica que conlleva el diseño y la implementación de un plan de estudios.