Clepsidra se sitúa en la inquietud de la autora con respecto al tiempo de la mujer para engendrar la vida, en la fugacidad de su período fértil. Se construye un espacio de reflexión alrededor de la potencialidad de continuar con el ciclo de la vida, prolongando así su existencia a otras generaciones. A partir de la exploración, tanto teórica como sensorial, la propuesta plástica ahonda alrededor de las inquietudes que genera el surgimiento de la existencia, en esa ambivalencia entre la vida, la posibilidad de generarla y el transcurrir del tiempo que termina por acercarla a su disolución. La obra Clepsidra aborda el tiempo como vehículo del ser, entre los estados por los que deambula cuando se acerca a la existencia, antes de ser. (Texto tomado de la fuente)