Desde el preámbulo de la Constitución Política de 1991 se habla de un orden político, económico y social justo a partir del marco jurídico del Estado. Sin embargo, los Estados determinan su actuar en pro de lo que su sistema mismo tiene por objeto –en este caso Colombia responde a un sistema Capitalista- y por tanto, regulan el comportamiento de los habitantes de cara a mantener el orden al servicio de éste; estas regulaciones imprimen un componente ideológico que no puede pasarse por alto ya que, a través de los aparatos ideológicos de Estado surge la construcción del sujeto en cada sociedad determinada