La dosis personal se ha entendido como el límite de porte o tenencia máximo permitido para el consumo de drogas ilícitas impuesto por el legislador, frente a una enfermedad: la drogadicción, que consiste en una dependencia severa o leve respecto de una sustancia que afecta el sistema nervioso, emociones y vincula aspectos de salud física y mental o psíquica, en detrimento de las condiciones sociales y familiares no solo de adictos, sino también de quienes los rodean y los acompañan en función de sentimientos de paternidad, fraternidad y afecto