En los días que transcurrimos la mitad de la población está conectada por medio del internet, las empresas a nivel mundial utilizan los datos personales para procesos de negocio y análisis de datos, con miras a determinar hábitos de consumo, comportamientos, gustos y preferencias con base en búsquedas en la web y los usos de las redes sociales. De manera que en una sociedad donde los datos tienen un papel determinante como moneda de cambio, se abre lugar a la paradoja entre los estándares de protección que debe tener la información personal de los consumidores de medios digitales y la promoción del comercio por medio de la utilización de las tecnologías nacientes. Es así como debe observarse con lupa el cumplimiento de las disposiciones de protección de los datos personales. Debe buscarse un equilibrio entre la protección de datos personales y el ejercicio del comercio, establecer si es necesario intervenir por medio de regulación o por el contrario si con las herramientas existentes es suficiente.