Como vegetales acuáticos, las algas tienen la capacidad intrínseca de sintetizar ácidos grasos esenciales (AGE), además son fuente de sustancias con alto valor nutritivo como vitaminas, ácidos grasos y aminoácidos esenciales; razón por la que cada vez más se suscita el interés de su investigación, y su aplicación se dirige al campo de la biotecnología aplicada a la alimentación. El mundo es testigo de la rápida expansión de la industria de microalgas como el género Spirulina que resulta muy atractivo para nutricionistas y consumidores conscientes de su salud en todo el mundo por diversas razones: adaptabilidad y crecimiento en una amplia variedad de entornos, otorga mas por ser altamente proteínica, presenta elevada acción vitalizante sobre el metabolismo energético, altamente biodisponible, súper antioxidante, mejor y mayor digestibilidad y absorción que cualquier suplemento sintético, más eficiente, y menos dañina respecto a la producción de alimentos, requiere poco o ningún uso de herbicidas o pesticidas. Las principales causas por que no se ha desarrollado el cultivo a nivel de laboratorio son: El desconocimiento de la biología de las especies, la falta de planes y políticas estatales para incentivar el cultivo de especies y evitar sobreexplotación de los recursos y la falta de interés por parte de la empresa privada para invertir en investigación y desarrollo y evitar así mismo la pérdida de biodiversidad.