Cuando la tecnocracia del alto gobierno central se reunió a finales de 2009 con el propósito de hacer los necesarios y urgentes ajustes a la estructura de gastos e inversiones tras un magro balance macroeconómico, se encontraron con un dato sorpresivo en el tema de salud: las cuentas del Fondo de Solidaridad y Garantía -Fosyga-, mostraban que la subcuenta de pagos por tutelas y órdenes de los Comité Técnico- Científicos -CTC-, no sólo había crecido entre 2008 y 2009 a un ritmo acelerado, sino que mantenía una tendencia francamente ascendente entre 2002 y 2009.