RESUMEN : Los discursos y prácticas de dominación y exclusión que condicionaron las relaciones humanas históricamente, alcanzaron un nuevo significado durante los siglos XV al XVII, a partir del proceso de mundialización europeo, que se sustentó en la colonización y esclavización de pueblos de origen americano y africano, respaldados por una epistemología eurocéntrica que les otorgo valides científica. La modernidad se fundó entonces en la naturalización de estos discursos, reproduciéndolos en cada una de sus instituciones, y permitiendo que se perpetuaran hasta hoy. La raza se constituyó como un aparato social de dominación, sustentado en una suerte de taxonomía fenotípica, cultural, cognitiva y biologicista, que alcanzo otras formas de expresión en el sujeto femenino de piel negra, avalando una situación de triple subalternización en este sujeto, por motivos de raza, género y clase. A pesar de este escenario, las mujeres afrodescendientes y negras se han encargado de construir distintas estrategias de transformación social, desde las cuales se construyen como sujetos de poder.