Partiendo del juego como concepto explicativo de la experiencia estética de una obra de arte, esta reflexión busca dar cuanta de la misma como también de su capacidad crítica. Para hacerlo, la reflexión se divide en tres partes: en un primer momento, se aborda la constitución lúdica de la experiencia estética según las apuestas de Friedrich Schiller y Hans-Georg Gadamer y, en un segundo momento, se aborda el potencial crítico que supone la experiencia de la misma para, finalmente, esbozar una reflexión sobre la capacidad crítica de la experiencia estética alrededor de una obra de arte.