RESUMEN: Los derivados del petróleo, especialmente el ACPM y la gasolina, se convirtieron en las fuentes de energía que mueven al mundo. Su densidad energética permitió tanto la generación de altas potencias como el incremento de la autonomía de los vehículos y con ello fue posible mover cargas cada vez más pesadas e ir cada vez más lejos, abriendo los senderos del progreso. La importancia que adquirieron los medios de transporte para la humanidad se evidencia en las proporciones actuales del consumo de crudo, que representan cerca del 40% del total de la energía primaria consumida en el mundo, destinada en su mayoría a la movilidad. Los millones de automóviles que se mueven en todo el mundo significan, pues, una necesidad, pero también, por lo menos dos graves problemas: la depredación de un recurso natural no renovable, el petróleo, y los impactos ambientales ocasionados por nuestros medios de transporte.