RESUMEN: Este libro, como lo expresan sus autores, concibe el diálogo de saberes como algo que va más allá de un intercambio lingüístico. Es una puesta en escena de sentidos de vida que tienen su expresión en la cotidianidad, cuando construimos nuestras propias humanidades y lo que ha de ser la vida social. Se muestra que "saber, hacer y ser hacen parte de la vida y por lo tanto son saberes existenciales que han sido expuestos en la geopolítica del conocimiento". Es un diálogo de saberes que se apoya en los relatos e interpretaciones de mujeres y hombres indígenas, afrocolombianos y campesinos. Se apuesta por una interculturalidad crítica al sistema económico y se plantea la necesidad de construir políticas públicas en las que estos otros saberes tengan sentido