A comienzos del siglo XX, Bogota fue llamada por su cultura letrada la «Atenas sudamericana»; luego devino «la tenaz», una de las ciudades mas inseguras del mundo, y llego al siglo XXI convertida en la magica ciudad de cultura ciudadana, movilidad novedosa, mucho espacio publico y ganas de inclusion social. En este nuevo siglo, diversos alcaldes de izquierda han intentado convertirla en una ciudad social, humana, progresista, equitativa y sensible. El resultado: un buen discurso y logros significativos, pero muy malas practicas de gobierno.