La obra parte de una aproximacion conceptual y coloca en contexto, cierta suerte de conocimiento corporeizado, pretende ubicar el Cuerpo y la corporalidad tema central en el contexto contemporaneo de las ciencias sociales y la educacion, la experiencia de un grupo que se traduce en ejercicio de investigacion, una investigacion corporeizada que apela, como lo recomienda Le Breton, a “Pensar el cuerpo para pensar el mundo” como estrategia para retomar el potencial pedagogico del cuerpo, en tanto fuente de conocimiento. Privilegia por lo tanto, la corporalidad en su potencialidad formativa, configurada a traves de la experiencia y la obra misma todo un horizonte para el aprendizaje. En tal sentido el aporte de la obra es justamente ese, destacar la corporalidad como expresion de aprendizaje, fundamentado en la antropologia teatral, dado que indaga por “aquellos niveles de organizacion que permiten aplicar al teatro y la danza los paradigmas de la antropologia cultural”, (Savarsse, 1990)