Con esta obra Isidro Vanegas intenta superar la idea segun la cual la historia colombiana puede leerse, simplemente, en clave de fracaso y singularidad. En lugar de esa perspectiva mas bien inercial, esta obra explora ciertos aspectos reveladores de la vitalidad y el caracter complejo de la democracia colombiana: la revolucion neogranadina como punto de partida del regimen democratico, los dilemas filosoficos a los que se enfrentaron los lideres revolucionarios que intentaban dejar atras el regimen monarquico, el temor a la inflacion retorica que recorre la historia republicana y que pone en riesgo la deliberacion, el impensado vigor republicano de la vida politica de las tres primeras decadas del siglo XX, los equivocos intelectuales respecto al liberalismo, la dificultad de la izquierda para apropiarse de la democracia. Los distintos estudios que componen este libro subrayan, de otro lado, que la democracia colombiana participa de los mismos fundamentos y problemas de todas las democracias moderna. De ahi la constante introduccion de elementos comparativos, con la historia francesa particularmente, mediante los cuales el autor cuestiona el caracter supuestamente anomalo de la historia politica colombiana respecto a paises considerados arquetipo de la democracia.