La etica de Eckhart es una etica de la negacion. Esto significa que el hombre debe negarse a si mismo y debe negar su voluntad, en favor de la voluntad y del ser divinos. Este proceso lo ha de realizar el hombre a todo momento y en cualquier circunstancia: con Eckhart se anula la diferencia entre las grandes acciones virtuosas y las pequenas acciones no virtuosas. Todas las acciones del hombre, como acontencimientos puros, se conjugan ahora en una superficie donante del sentido etico. En este planteamiento es posible rastrear no solo los elementos metafisicos neoplatonicos, sino tambien, y fundamentalmente, los aportes eticos de los cinicos y de los estoicos. Con esto se esta retornando una nueva forma de hacer filosofia, caracterizada por la perversion que se hace de la altura ideal platonica, en favor de la combinacion de los acontecimientos sobre una superficie sin espesor.