Tradicionalmente la locura ha sido replegada a las formas de intervencion medico-psiquiatricas a traves de unas tecnicas de entrevista que se consideran extraccion de informacion subjetiva para volverla objetiva. En tanto que para el psicologo la gama de elaboraciones subjetivas representa la mayor riqueza del estado psicotico. Asi, el loco es para la medicina un objeto de la intervencion psiquiatrica, en tanto que para el psicologo es el sujeto de sus indagaciones. Ambos dispositivos de indagacion clinica parten de la interpretacion de la palabra y el pensamiento del paciente, pero las consecuencias terapeuticas son diametralmente opuestas. La psiquiatrica busca reducir la produccion de incoherencias del pensamiento, mientras la otra busca avivar las producciones discursivas. La una calla al paciente, mientras la otra lo hace hablar. La primera niega su subjetividad, mientras que la segunda la afirma. La presente investigacion nace de esta coyuntura entre las visiones tecnologicas de intervencion sobre la locura y establece la necesidad de una critica al discurso psicopatologico de la psiquiatria para hallar las justificaciones de su actuar. Es decir, que se busca justificar el conocimiento critico de la historia de las transformaciones tecnicas de la psiquiatria en Medellin como una accion etica que puede realizar el que trata la locura para no mal-tratarla. Esta investigacion considera que la 3 locura ha sido objetivada en un cuerpo, su subjetividad ha sido negada y por tal la reconstruccion historica de dicha subjetividad solo puede ser ficcionada. Este trabajo pretende ser un proyecto genealogico sobre la subjetividad negada de la locura, es decir que precisa de una heuristica negativa sobre la historia moral de la sociedad antioquena. En este caso la historia de la locura se presenta como el reves de la moral