La cirugia fetal ha tenido un desarrollo relativamente reciente y ha dejado de ser un modelo de estudio experimental para convertirse en un procedimiento diagnostico y terapeutico para determinadas patologias1. Los avances en las tecnicas diagnosticas prenatales como la ecografia de alta resolucion, el analisis bioquimico y los estudios citogenicos del liquido amniotico y/o la sangre fetal, no solo han facilitado el reconocimiento de anomalias fetales, sino que han permitido aumentar la utilidad de esta nueva tecnica terapeutica minimizando la morbimortalidad materno-fetal tanto intra como postoperatoria.