La propuesta de intervención surgió a partir de la dificultad evidenciada en los estudiantes al desarrollar actividades en conjunto. Algunas de las características de la población participante fueron identificadas mediante la observación directa de actitudes frente al trabajo en grupo y que están asociadas al trato con el otro, resaltándose el individualismo dentro del cual no se considera importante el apoyo de los compañeros ni la escucha, obstaculizando la comunicación y la empatía como proceso de entendimiento grupal. Además, se aplicó un cuestionario que según García (2006) se “limita al formulario que contiene las preguntas dirigidas a los sujetos objeto de estudio” (p.1), en el cual los estudiantes manifestaron las razones por las cuales no les gustaba trabajar en grupo, de lo cual se obtuvo como resultado que hay dificultades en las relaciones interpersonales porque no hay escucha, ni respeto frente a las opiniones, priorizan el trabajo individual porque evita la confrontación de ideas y la toma decisiones.