En las periferias metropolitanas de América Latina, los conjuntos cerrados juegan un papel muy importante, ya sea como elementos de expansión urbana o como estructuradores de nuevas condiciones socioespaciales. Por tal motivo, en la presente investigación se planteó como objetivo general, realizar un análisis socioespacial tanto de la localización de barrios cerrados en la región metropolitana de Bogotá entre 1990 y 2010, como del contexto en el que han sido producidos y de los impactos en el mosaico residencial que han generado. Se encontró que existen dos grandes tipologías de barrios cerrados metropolitanos: la de precariópolis subsidirias que corresponden a viviendas sociales con baja accesibilidad, pocos equipamientos y de condición periférica que implica la necesidad de desplazamientos largos y costosos; por otro lado las privatópolis de lujo, conformadas por barrios cerrados de producción privada con alta accesibilidad y una gran cantidad de equipamientos privados. Tales barrios cerrados están ligados con una nueva estructura residencial en la que la fragmentación es el elemento clave, cuya producción se debe en gran parte a que las empresas inmobiliarias, insertas en circuitos globales, han aprovechado circunstancias tales como el bajo precio de los terrenos y la flexibilidad o inexistencia de la normativa territorial en materia de vivienda en la región metropolitana de Bogotá.