El primer punto del Acuerdo de La Habana [y del Teatro ColA³n], “Hacia un nuevo campo colombiano: una reforma rural integral†, promueve la asignaciA³n de tierras a familias campesinas que carecen de tierra o tienen tierra insuficiente. Para esto, propone la creaciA³n de un Fondo de Tierras, que serAi destinado a la adjudicaciA³n de tierras, y la formalizaciA³n de la propiedad. Tres son los objetivos de este documento. Primero, el documento realiza un anAilisis histA³rico de los procesos de adjudicaciA³n de tierras emprendidos por el Estado colombiano desde finales del siglo XIX hasta hoy. Segundo, estima la oferta de tierras disponible para alcanzar los objetivos del Acuerdo Agrario. Tercero, hace una exploraciA³n tentativa de la demanda potencial de tierras. El total de hectAireas potencialmente disponibles para el Fondo de Tierras es 2.7 millones. Tras aA±adir los baldAos y otras tierras de dominio estatal adjudicables, la oferta de tierras podrAa incrementar entre 3.9 y 5.3 millones hectAireas. La formalizaciA³n de predios restituidos a la poblaciA³n desplazada podrAa alcanzar 4.6 millones de hectAireas. Al aA±adir las tres fuentes, la asignaciA³n de tierras en el marco del acuerdo agrario podrAa ascender entre 11.2 y 12.6 millones de hectAireas.