Hay textos que se construyen desde la memoria propia, pero este es un camino hecho de lineas trazadas por el tiempo, con voces, melodias y susurros que en las noches acompanan los cocuyos y las aves nocturnas. Las letras se convierten en notas que sin pretensiones se dejan en el aire mientras son llevadas por la brisa en una ciudad que consume los dias.