Para empezar, hare mencion a la evolucion de mi criterio respecto al lenguaje inclusivoexpuesto en el presente ensayo, aun cuando la atencion que tacitamente he dirigido hacia el uso de este lenguaje es relativamente nueva. Recuerdo haber usado algo de estas expresiones en la redaccion de informes correspondientes a mi trabajo. Me gusta expresarme lo mejor que puedo, de igual manera escuchar y leer expresiones que hacen adecuado empleo de los recursos de nuestro idioma. Sin embargo, poco a poco empece a considerar lo incorrecto de su uso en el lenguaje oral y escrito, y en la alteracion de la estetica gramatical al usar dicho lenguaje “incluyente”, situacion que se acentuo a medida que tuve relacion con personas que lo habian incorporado en su lenguaje y al leerlo en algunos documentos. Asi pues, empece a disentir sobre el uso del llamado lenguaje inclusivo y mis argumentos tienen cuatro anclas; a saber: La formacion en lengua castellana recibida en la educacion basica, media y en el trascurrir universitario, las declaraciones de la asociacion de academias de la lengua espanola respecto al sexismo en el lenguaje, mi papel como ciudadano comun que recoge una percepcion general y, por ultimo, la experiencia personal