Tradicionalmente se ha considerado que el ser humano toma decisiones primordialmente racionales, sin embargo, los estudios contemporáneos en psicología indican que las emociones influyen implícitamente sobre nuestras elecciones, especialmente en situaciones de incertidumbre. La Hipótesis del Marcador Somático es una teoría que explica los mecanismos psicológicos mediante los cuales las emociones influyen en nuestras elecciones. Desde esta perspectiva, los estados fisiológicos subyacentes a las emociones marcan nuestras elecciones como ventajosas o desventajosas en función de las recompensas que se esperan obtener. Los marcadores somáticos implicados en la toma de decisiones se han estudiado principalmente mediante la Tarea de Azar de Iowa (IGT). Sin embargo, parecen existir varias inconsistencias en los resultados de diferentes experimentos realizados con la misma tarea. La literatura sugiere que existen fallas metodológicas en la IGT que cuestionan las explicaciones tradicionales acerca los mecanismos mediante los cuales los marcadores somáticos influyen en las decisiones. Recientemente, han surgido teorías alternas sobre la función de los marcadores somáticos y nuevas versiones de la IGT. El objetivo del presente estudio es evaluar los factores que guían la toma de decisiones en una versión modificada de la IGT, por esto se creó una versión de la IGT basada en la versión propuesta de Cauffman (2010). Once participantes resolvieron la versión modificada que consistía en decidir si apostar o no a la opción ofrecida por el sistema. Durante la ejecución de la tarea se evaluaron tipos de variables dependientes: la respuesta emocional expresada a través de marcadores somáticos medidos como la respuesta de conductancia de la piel; la respuesta conductual expresada a través de la frecuencia de elecciones y el puntaje neto; y el conocimiento explícito de la tarea evaluado a través de un cuestionario. Los resultados mostraron que los marcadores somáticos guían la toma de decisiones. La intensidad de la respuesta emocional se relacionó con la elección realizada por los participantes y no con la opción más ventajosa. Adicionalmente, los marcadores somáticos actuaron en forma de alarma o incentivo según la respuesta emitida por los participantes. Los hallazgos sugieren que no existe un solo factor que active los marcadores somáticos y guíe la toma de decisiones. Por consiguiente, la actividad del marcador somático depende de la silencia contextual de un factor para generar mayor respuesta emocional. (Texto tomado de la fuente)