Colombia viene sufriendo un proceso acumulado de destruccion, degradacion y dano de sus ecosistemas. En las ultimas decadas este proceso se ha incrementado y ha generado consecuencias graves sobre la oferta de servicios ecosistemicos, se han incrementado los riesgos naturales y se ha afectado la calidad de vida de las poblaciones rurales y urbanas. Historicamente, el pais ha planteado su desarrollo economico a partir de la sobreexplotacion del capital natural, sin tener en cuenta que el crecimiento economico del pais depende de la capacidad que tenga la naturaleza para tolerar todos los procesos economicos, sociales, tecnologicos y culturales. Este panorama ha hecho que los sectores economicos, la academia, los tomadores de decision y las comunidades locales, deban contemplar diversos mecanismos de gestion integrada de los ecosistemas, desde el fortalecimiento de areas protegidas (futuras y actuales), el cambio de uso del suelo, y por supuesto, la restauracion de las areas danadas o perdidas, las cuales se necesitan para la prestacion de servicios tanto en la actualidad como en el futuro. Durante los ultimos 20 anos, Colombia ha experimentado un importante desarrollo en temas de restauracion ecologica con varios enfoques e intereses y ha alcanzado distintos resultados. Sin embargo, las bases conceptuales y metodologicas de la restauracion ecologica estan dispersas a todo nivel, incluso al interior del Sistema Nacional Ambiental (SINA) y todavia es muy dificil establecer el grado de exito que hayan podido alcanzar esos distintos procesos de restauracion (Murcia et al. 2015, Ramirez et al. 2015).