Pedagogía de la serenata: conversaciones entre el profesor y el músico presenta el trasegar de una persona que ejecuta estos dos roles y como esta dualidad le permite extraer conocimientos y habilidades propias de cada uno para utilizarlos en la otra, beneficiando según el escenario -aula/tarima- a las personas con las que interactúa: estudiantes y espectadores. Como parte del ejercicio, se identificó que las conversaciones entre profesor y músico que habitan un mismo cuerpo -trashumancia-: Al profesor: le permite enriquecer la metodología de enseñanza, promover una relación entre la academia y la música popular, posibilitar al estudiante adquirir habilidades y retomar saberes utilizando nuevas herramientas en el aula e incentivar el interés en diversos géneros. Asimismo, él se nutre con lo que vive el músico en la serenata y logra sobresalir en el cuerpo del artista. Al músico: las presencias del profesor causan ausencias que son suplidas por su quehacer artístico. En tanto, los conocimientos y habilidades adquiridos por el maestro en la academia le brindan rigurosidad, reconocimiento y herramientas propias de la docencia como el liderazgo para su quehacer artístico. Lo anterior, permite generar la pedagogía de la serenata, vista como el punto de encuentro entre profesor y músico que les permite una transmisión de saberes que enriquecen el mutuo quehacer cotidiano. En el último apartado del documento se presentan los hallazgos y conclusiones que rodean la implementación de la pedagogía de la serenata y recomendaciones en torno a las posibilidades de mejora identificadas en relación con la labor docente del músico y su ejercicio artístico como serenatero.