Este trabajo indaga por las relaciones entre las mujeres y el espacio publico, atravesadas por sus miedos. Para ello, se ha concentrado en un territorio especifico: el centro de la ciudad de Medellin, y ha buscado respuestas a traves de conversaciones con mujeres adultas que lo habitan de multiples formas. En el desarrollo metodologico, se activaron dispositivos que permitieron que las palabras, las historias y las emociones fluyeran para dar cuenta de la relacion tejida con los espacios del centro y de la construccion social de los miedos asociados a esos lugares. La relacion de las mujeres con el centro de esta ciudad es de dos caras. De la infancia, se conservan recuerdos de un lugar amable, de salidas familiares, de compras, de tardes de helado; pero al mismo tiempo, de prevenciones y dudas sobre ciertos lugares o personajes muy bien caracterizados. Para muchas de ellas el centro se volvio lugar prohibido al entrar a la adolescencia, por los peligros que este representaba, por lo tanto, para algunas, se volvio tambien el lugar de disidencia y rebeldia, presentando las mismas contradicciones de la infancia. La violencia sexual expresada en todos los niveles es uno de los principales temores de las mujeres a la hora de habitar el espacio publico, e identifican muy bien como se presenta la cadena de estas violencias desde las expresiones mas sutiles (como el piropo o acoso callejero) los tocamientos en cualquier parte del cuerpo, aquellos de connotacion sexual en senos, caderas o entrepierna, hasta los arrinconamientos y posibles violaciones. Tampoco estan exentas del temor que les genera ser atracadas violentamente, pero disminuyen esos temores asociados a la perdida de pertenencias o, incluso, a la perdida de la vida. Al georreferenciar el miedo se identifican especialmente calles y parques, que deberian ser lugares de encuentro y de seguridad, tanto por su reconocimiento como por las actividades que se realizan alrededor de ellos. La oscuridad y suciedad son factores que inciden en la percepcion de seguridad, y se senalan los habitantes de calle y consumidores de drogas como potenciales agresores. Y todos esos miedos construidos alrededor del centro de Medellin se ubican en tres categorias identificadas: miedos experimentados, miedos referenciados y miedos imaginados. Pero el centro urbano no es solo miedo, de ser asi no seria tan intensamente habitado por estas mujeres. El proceso de conversacion permitio reconocer usos diversos asociados al espacio publico: encuentro con otros, cultura, fiesta, comercio, trabajo. Ademas, para enfrentar la dualidad libertad/miedo y defender desde la accion de habitar el derecho a la ciudad y al espacio publico, estas mujeres han desarrollado estrategias de afrontamiento, preventivas, reactivas o evasivas. Este trabajo reafirma que si hay aspectos relevantes para comprender que existen sesgos de genero al habitar el espacio publico y que sigue siendo una deuda que las mujeres puedan gozar a plenitud y libres de violencias del derecho a la ciudad.