La perspectiva semiotica de produccion de sentido de lo neofantastico nace de la concepcion del signo como una unidad cultural que produce significados dentro de un sistema (el texto literario) remisorio a saberes especificos traslapados en la construccion de imagenes arquetipicas, metaforas alogicas, inconsecuencias sintacticas y simbolos que nutren la polisemia del texto y develan el “enigma” inmerso en el conflicto de la obra, todo lo cual es elaborado mediante la estrategia discursiva marcada por el punto de vista desde el cual se situa el narrador. Partiendo de esta concepcion semio-narratologica de la ficcion neofantastica y la teoria de los arquetipos de Jung, este articulo analiza la significacion de la figura arquetipica del Mal Lugar en los horizontes de la diegesis del cuento “Casa tomada” de Julio Cortazar. El Mal Lugar se aborda aqui como un espacio figurado que espolea las habilidades interpretativas del lector para producir diversas posibilidades de significacion textual orientadas hacia tres opticas complementarias entre si: como una fuerza invasora que altera el statu quo de los protagonistas; como un territorio tabu en el que se establece una red de comunicacion con las caracteristicas de la ficcion de miedo; y como una circunstancia ontica de efecto siniestro proveniente de una retorica del horror y de incidentes separados de la norma.